Hotel Haminan Seurahuone

Reseña de un crítico de hotel

Recientemente me alojé en el Haminan Seurahuone y, debo decir, mi experiencia fue bastante una montaña rusa. A pesar de su apariencia rústica y ese aire vintage que esperaba, encontré un hotel moderno y funcional, aunque con algunas sorpresas. Las habitaciones, con piso de madera y cómodas instalaciones como un televisor de pantalla plana y una máquina de café, cumplen su función, pero podrían beneficiarse de una decoración más acogedora. El restaurante Kellaripub Kompassi ofrece algunas propuestas culinarias interesantes, y aunque el ambiente del bar es animado, no esperen desayunos elaborados; un vale para la gasolinera cercana no es exactamente lo que buscaba. Lo mejor de todo fue la atención del personal, especialmente un joven que, ante una experiencia un tanto decepcionante, nos ofreció un descuento en lugar de las típicas burocracias. Si buscan un lugar para disfrutar de una estancia con un toque de diversión —karoke y pista de baile incluidos— puede ser una buena opción, pero no esperen un lujo mediterráneo. Como chef y amante de la buena gastronomía, me quedé con ganas de un desayuno estrella. En resumen, Haminan Seurahuone tiene potencial, pero necesita un poco más de amor.